Algunas de las personas que conozco poseen una gran capacidad para mantenerse alejados de la realidad sin consumir ningún tipo de estimulo externo. Días completos pasan pensando en los absurdos problemas que los mantienen embelesados, no permitiendo que lo que los rodea penetre su capa de autismo. Podrían estar en medio de un incendio, sentados en su sillón durante horas mirando con ojos embobados un autito de colección mientras todo a su alrededor arde y la gente corre gritando despavorida. Ellos son Impermeables a lo que los rodea.
Recuerdo, una noche, tras una discusión en un bar con alguien que tendía a cientifizar absolutamente todo, con experimentos estadísticos y formulas matemáticas (del tipo de: dos días de cada cinco el Servicio Meteorológico anuncia Alerta Meteorológico) se propuso confirmar si el comportamiento de los seres puede ser tan ajeno a su entorno, pero él iba más allá en su afirmación, él aseguraba que tales personas poseían una abstracción metafísica que los convertía en seres místicos: él aseguraba que estos podrían cruzar la Av. Circunvalación sin levantar la vista del pavimento y que siempre y cuando estén dentro de ese embobamiento místico los autos no los tocarían.
Me pidió esa noche que lo ayude a conformar una lista con los nombres de las personas portadoras de esta Impermeabilidad Metafísica, argumentando que yo conocía a muchos de ellos, cosa que era cierta. Pero me negué a satisfacer tal pedido por considerarlo lindante con un abuso liso y llano de los Derechos Humanos.
Nunca más vi al cientificista, muchas de las personas que yo imaginaba en esa lista tampoco volvieron a ser vistas por mi ni por las personas a las que les preguntaba sobre aquellas. Si aumentaron las muertes por accidente en la Av. Circunvalación no pude comprobarlo debido a que la Municipalidad de Rosario jamás accedió a entregar los datos de accidentología ocurrida en la Ciudad.
Recuerdo, una noche, tras una discusión en un bar con alguien que tendía a cientifizar absolutamente todo, con experimentos estadísticos y formulas matemáticas (del tipo de: dos días de cada cinco el Servicio Meteorológico anuncia Alerta Meteorológico) se propuso confirmar si el comportamiento de los seres puede ser tan ajeno a su entorno, pero él iba más allá en su afirmación, él aseguraba que tales personas poseían una abstracción metafísica que los convertía en seres místicos: él aseguraba que estos podrían cruzar la Av. Circunvalación sin levantar la vista del pavimento y que siempre y cuando estén dentro de ese embobamiento místico los autos no los tocarían.
Me pidió esa noche que lo ayude a conformar una lista con los nombres de las personas portadoras de esta Impermeabilidad Metafísica, argumentando que yo conocía a muchos de ellos, cosa que era cierta. Pero me negué a satisfacer tal pedido por considerarlo lindante con un abuso liso y llano de los Derechos Humanos.
Nunca más vi al cientificista, muchas de las personas que yo imaginaba en esa lista tampoco volvieron a ser vistas por mi ni por las personas a las que les preguntaba sobre aquellas. Si aumentaron las muertes por accidente en la Av. Circunvalación no pude comprobarlo debido a que la Municipalidad de Rosario jamás accedió a entregar los datos de accidentología ocurrida en la Ciudad.
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